viernes, 21 de junio de 2013

Sueños de un corazón pintado.



 ¿Quién espera levantarse un día y encontrarse con una experiencia que le haga al menos intentar cambiar el rumbo de sus decisiones? Señores, el pasado miércoles día diecinueve de mayo de 2013, he tenido la suerte de encontrarme en este apasionante viaje que es la vida, con  una gran persona, ejemplo de superación personal. Su historia haría saltar las lágrimas al más fuerte de los hombres, pero hoy no estoy aquí para hablar del pasado, sino del presente y del futuro.  El nombre de la protagonista de esta historia es: Anita.
Como sé de sobra que mis grandes amigos “La dosis de locura”, y “Palabras para Ali”, ya están comenzando a contar su historia muchísimo mejor de lo que yo podré hacer jamás, centraré esta entrada en mi propia experiencia. 
La verdad no imaginé en ningún momento, que mi corazón pudiera doblegarse a sus ojos en solo cinco minutos, pero tras cruzar la puerta de su casa no pude evitar observar incrédulo la fortaleza de esta persona. Si, solo cinco minutos bastaron para que su sonrisa me cautivara como la miel cautiva a los osos. Pero  sigamos por lo importante. Anita es una chica de 30 años, que actualmente reside en Oviedo con sus padres  y que a pesar de la distancia que tiene de con el resto de su familia (el ancho mar), pinta cuadros, pues no es otra su gran pasión. Pueden temblar los pintores del mundo, pues tendrán que inclinarse ante su gran maestría.

Puede que muchos estéis sonriendo, y penséis: “No es para tanto”.  Aaah pero incautos bobalicones os hace falta un pequeño dato, nuestra gran maestra del arte desafortunadamente tiene parálisis cerebral. No espera que ahora bajéis la cabeza o miréis hacia otro lado. Pues en sus propios ojos se puede observar un destello de orgullo y satisfacción por superarse así misma día a día, de querer ser ella misma, de mostrar al mundo su gran estela. Y esto señoras y señores se merece todo el respeto y apoyo del mundo. Afortunadamente, esta gran pintora cuenta con dos personas: FB y FC, dos anónimos héroes que día tras día luchan con inquebrantable lealtad contra la hipocresía de un mundo cargado de prejuicios y ayudas vacías. Dos personas de las que un amigo como yo puede estar orgulloso, con solo mirar cómo se desviven por nuestra gran maestra.
Y son estas tres personas, las cuales responden la pregunta formulada al comienzo de la entrada. La respuesta es: SI, si vale la pena cambiar el rumbo para tener una nueva camarada en el barco, si vale la pena luchar por los sueños, y si estáis ganando la guerra a la estupidez y los prejuicios. Y son a estas tres personas a las que doy gracias por permitir que este humilde amago de escritor participe en su aventura.

PARA CONOCER A NUESTRA PROTAGONISTA:

domingo, 9 de junio de 2013

Llamada a la construcción de un camino



El barco estaba casi listo. Unas pocas adquisiciones más, y podría navegar hacia el Este en busca del misterioso anciano. Él, se encontraba en el mismo sitio que el día anterior, y que el anterior del anterior, y que el anterior del anterior del anterior, y así un largo etcétera que llegaba al mes y medio. Siempre sentado en el mismo sitio, el acantilado. Desde allí, él coordinaba la construcción del barco, y su mente podía desvanecerse en el horizonte.
Su segundo de a bordo llegó, para informarle de la llegada de tres personas, que no esperaron en la playa, sino que subieron hasta su situación. Aunque el capitán ya sabía de la presencia de dos de ellos,  pues había visto su barco hacía dos días rodeando la isla. La primera en presentarse  fue una joven, el capitán le había visto en una de las bases del gobierno central.
                -¿Una marine por aquí? ¿Tan mal está el gobierno central que me manda miembros rasos? – Comentó el capitán con una sonrisa irónica bajo la capucha.
                -He dejado al gobierno central, vengo a enrolarme. Si hace falta empezaré desde lo más bajo, pero dame una oportunidad de demostrar que soy libre para marcar mi propio camino.
                -Sabes bien, que yo no soy el gobierno central. Yo, siempre doy una oportunidad a quien la pida. Pero recuerda que a partir de ahora todo cambiará, tendrás que trabajar duro, estarás perseguida por el gobierno central, y tendrás que aguantar la fama que otros te ponen “cambiacapas”. – Tras un silencio, el capitán continuó – Que no te moleste nunca lo que los demás puedan decir de ti novata. Vete a ayudar a tus compañeros en la playa.
“Espero no arrepentirme de esta decisión como antes” pensó el capitán, fijando la vista hacía el horizonte, y  añorando ver lo que hacía un mes y medio esperaba allí sentado. Tras unos segundos de silencio, llegaron otros dos invitados. Ambos con viejas indumentarias con capucha blanca, con golpes, arañazos, pero conservando toda su nobleza, y valiente apariencia. “Renegados” pensó el capitán, “Al fin se presentan”. Ambos antiguos compañeros, le observaron, y se arrodillaron ante él.
                -Queremos enrolarnos mi capitán.