¿Quién espera levantarse un día y encontrarse con una
experiencia que le haga al menos intentar cambiar el rumbo de sus decisiones?
Señores, el pasado miércoles día diecinueve de mayo de 2013, he tenido la
suerte de encontrarme en este apasionante viaje que es la vida, con una gran persona, ejemplo de superación
personal. Su historia haría saltar las lágrimas al más fuerte de los hombres,
pero hoy no estoy aquí para hablar del pasado, sino del presente y del futuro. El nombre de la protagonista de esta historia es:
Anita.
Como sé de sobra que mis grandes amigos “La dosis de locura”, y “Palabras para Ali”, ya están comenzando
a contar su historia muchísimo mejor de lo que yo podré hacer jamás, centraré
esta entrada en mi propia experiencia.
La verdad no imaginé en ningún momento, que mi corazón
pudiera doblegarse a sus ojos en solo cinco minutos, pero tras cruzar la puerta
de su casa no pude evitar observar incrédulo la fortaleza de esta persona. Si,
solo cinco minutos bastaron para que su sonrisa me cautivara como la miel
cautiva a los osos. Pero sigamos por lo
importante. Anita es una chica de 30 años, que actualmente reside en Oviedo con
sus padres y que a pesar de la distancia
que tiene de con el resto de su familia (el ancho mar), pinta cuadros, pues no
es otra su gran pasión. Pueden temblar los pintores del mundo, pues tendrán que
inclinarse ante su gran maestría.
Puede que muchos estéis sonriendo, y penséis: “No es para tanto”. Aaah pero incautos bobalicones os hace falta
un pequeño dato, nuestra gran maestra del arte desafortunadamente tiene
parálisis cerebral. No espera que ahora bajéis la cabeza o miréis hacia otro
lado. Pues en sus propios ojos se puede observar un destello de orgullo y satisfacción
por superarse así misma día a día, de querer ser ella misma, de mostrar al
mundo su gran estela. Y esto señoras y señores se merece todo el respeto y apoyo del
mundo. Afortunadamente, esta gran pintora cuenta con dos personas: FB y FC, dos
anónimos héroes que día tras día luchan con inquebrantable lealtad contra la hipocresía
de un mundo cargado de prejuicios y ayudas vacías. Dos personas de las que un
amigo como yo puede estar orgulloso, con solo mirar cómo se desviven por
nuestra gran maestra.
Y son estas tres personas, las cuales responden la pregunta
formulada al comienzo de la entrada. La respuesta es: SI, si vale la pena
cambiar el rumbo para tener una nueva camarada en el barco, si vale la pena
luchar por los sueños, y si estáis ganando la guerra a la estupidez y los
prejuicios. Y son a estas tres personas a las que doy gracias por permitir que
este humilde amago de escritor participe en su aventura.
PARA CONOCER A NUESTRA PROTAGONISTA:
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