sábado, 4 de octubre de 2014

El gremio.



Nací no en un día muy lejano hace ya casi 22 años, no se me crió con grandes lujos, ni caprichos a tutiplén, no fui uno de esos niños como los de ahora que piden algo y al cabo de un par de días a lo sumo lo tenían en sus manos. Mis padres y mis monitores me enseñaron a valorar la vida a través del vivir, y no a través del tener. Quizá por la falta de recursos de aquella época, no lo sé… pero desde niño siempre había soñado con ser como los héroes de aquellos libros que me engullía cada noche horas y horas antes de dormir. Los admiraba de verdad… grandes luchadores en tiempos difíciles, pero lo que más admiraba eran a todas aquellas personas a su alrededor,  personas con las que cada héroe, reía, lloraba, luchaba, perseveraba, soñaba, recordaba…
Y es, que en este punto del camino, este joven escritor (o al menos algo parecido), torpe con la voz, ha optado por utilizar las palabras a su manera. Pues no es sino gracias a vosotros por lo que cada día mi sonrisa vuelve a deslumbrar cada mañana. Da igual cuan fuerte o cruda sea la realidad, los obstáculos, o cuan lejana sea la meta, el estar a vuestro lado, el poder apoyarnos mutuamente, el quereros como hacía tiempo no quería, el saber que por muy lejos o separados que estemos siempre sabremos estar juntos, el poder abrazaros, el poder reír hasta llorar, el poder soñar… eso y solo eso es lo que hace que este amago de escritor, se sienta cada día como un verdadero héroe. Por eso y por mucho más, GRACIAS.



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