El amortiguado sonido de sus pies descalzos tocando la
hierba hizo que el solitario lobo que observaba el calmado océano se girara
para mirarla. Sus ojos eran verdes como el húmedo forraje de aquellas
tierras del norte cada mañana, como el verde de un bosque vivo y salvaje. Ella
sonrió…
-Sabía
que te encontraría aquí… siempre vigilando, expectante… en guardia. Tus ojos son
capaces de percibirlo todo a kilómetros, tu olfato de sentir el calor de todo a
tu alrededor, tus oídos de escuchar el más mínimo susurro, pero permíteme
preguntarte joven rebelde ¿en qué piensas? ¿En qué piensa un dragón?
-Mira
aquél barco… –contestó el joven rebelde de nuevo con su forma humana- tiene una
bandera negra, la bandera negra de un pirata… un pirata al que yo tuve la
suerte y honor de enseñar. El más capaz de mis hombres, el que hasta la fecha
ha sido mi mejor alumno, una persona leal, muy fuerte y con un corazón noble y justo.
Él aún sigue buscándonos a mí y a la guerrera Garra de León, ¿debería ir a su
encuentro? ¿Me necesitará o ya es suficientemente fuerte como para luchar él
solo? ¿Seguirá queriendo formar parte de mi tripulación y mi familia o sus
nuevos rumbos le llevarán tan lejos como para olvidarse de mí? Ahora mira al
cielo… a veces, entre las nubes se vislumbra las alas, la sonrisa y la voz de
un ángel, pero… ¿es un ángel de verdad capaz de descongelar esa parte de mi
corazón o simplemente una nueva sombra a la que hacer frente? Y si no es una
sombra… ¿soy lo suficiente bueno y fuerte como para proteger a alguien tan
maravilloso? Desliza tu vista hasta el este, podrás ver un barco del nuevo
gobierno mundial alejándose. Por el momento nadie puede negarme que soy un
auténtico maestro, pero… ¿hasta qué punto es eso compatible con los tiempos
corren? ¿Tardaré mucho en enfrentarme a ellos de nuevo? Y además… ¿finalmente cuál de los cuatro candidatos tomará las riendas de esta nueva sociedad? ¿Podré ser libre
de enseñar a quien quiera y cómo quiera con libertad o me veré obligado a
marcharme por conservar el derecho a ser libre? Pero… es acaso el mundo de hoy
en día un lugar libre y en paz ¿Por qué siguen muriendo gentes de pobreza y
hambruna sin que nadie llegue a poder terminar con esta situación? ¿Veremos un
desenlace bélico tan fuerte que acabe con lo que tanto hemos luchado y construido? Ahora mira hacia sur hacia las montañas… diversas caravanas marchan
de estas tierras para siempre, amigos y compañeros leales que me han apoyado
¿me recordarán y seguiremos luchando juntos o simplemente me olvidarán?; al mismo
tiempo otras tantas se preparan para marchar, algunos miembros forman parte de
esa familia a la que tanto quiero y me vi obligado a disolver, pero... ¿por qué tanto
silencio? ¿Acaso ya no soy de su confianza después de todo lo que pasamos y de
lo que demostré y conseguí por todos y cada uno de ellos? Si miras al oeste,
verás las ruinas de lo que pudo ser y no fue… ¿merecíamos tanta injusticia? ¿Recibieron
o recibirán suficiente castigo los culpables? Un poco más allá podrás
vislumbrar la puerta a una lejana, misteriosa y maravillosa tierra. Una tierra
que formaba parte de un sueño, de una promesa ¿qué fue de esa promesa? ¿Acaso
no se va a cumplir? ¿Partiré hacia ellas solo? Ahora mira mi cuello, observa el
símbolo que tanto Garra de León como yo portamos y portaremos siempre. No
habría avanzado tanto sin su confianza, su lealtad y cariño… ¿cómo poder
igualar y devolver tanto a una persona tan maravillosa? Finalmente mira tras de
mí la armadura del dragón verde ¿realmente soy un dragón? Y si lo soy… ¿los
dragones piensan en todas estas cosas? ¿Conseguiré algún día aquellos tesoros
que me corresponde proteger y disfrutar? ¿Por qué saber? ¿Por qué buscar? ¿Por
qué cazar? ¿Por qué correr? ¿Es realmente el final?
-Guau…
-respondió ella tras unos segundos de silencio- eres un hombre… un solo hombre
no es capaz de controlarlo todo, acuérdate de lo qué pasó la última vez que
intent…
-Lo se…
-le interrumpió él- sé que mi cuerpo y mente son fuertes y están recuperados, y
sé que no será igual si vuelvo a caer, por eso estoy aquí para observar y
avanzar cuando esté seguro de que con solo un golpe pueda tener la victoria.
-Eres
un buen hombre… nunca olvides quién eres y porqué luchas. No te transformes
jamás en aquellos contra los que luchas.
-Si no
ya vendrás a recordármelo… ¿verdad Conciencia?
El silencio le respondió a la pregunta. Había desaparecido
entre la espesura del bosque. Ella siempre le había ayudado a escoger el camino
correcto, no el fácil o el qué deseaba, solo el correcto y gracias a ello tenía
la suerte de poder mirar el reflejo de su cara cada mañana antes de seguir
avanzando.
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