La brisa del viento acarició su rostro como si de una madre
se tratase. La intensa lluvia había desaparecido y el sol comenzaba a ganar la
partida a las negras nubes después de muchas jornadas. Ahí estaba la belleza de
su tierra… grandes y bastas montañas, verdes y húmedas porciones de bosques que
solo los más fuertes de la historia pueden llegar a soportar y amar.
Sus ojos verdes observaban cómo entre los árboles más
lejanos del valle, aquellos impresionantes jóvenes se alejaban para no volver
jamás.
-Eres increíble…
-la voz de su compañera a su espalda le hizo sonreír- cuatro días… fuiste el
último en llegar y en solo cuatro días has conseguido que esos jóvenes se hayan
conseguido ganar todas las batallas una tras otra. Les has enseñado a confiar
en sí mismos, a pelear por lo que creen y por quienes aman, les has dado la más
poderosa de las armas… su propio potencial.
-Solo
he hecho lo que he crei…
-Has
hecho lo correcto –le interrumpió ella con una sonrisa- te has convertido en un
auténtico dragón.
-Vosotros
me habéis ayudado a conseguirlo. Gracias a vosotros he recuperado todo aquello
que pensaba perdido y me habéis brindado la oportunidad de aprender más y
convertirme en alguien mejor cada día, no lo olvidare, lo juro.
-Ha llegado
un mensaje desde arriba, una serie de frentes abiertos están empezando a
avanzar… me han pedido informarte a ti personalmente. Tú presencia al mando de
las tropas sería de gran ayuda allí, pero recuerda eres totalmente libre de ir.
-Gracias
por confiar en mí –le dijo él con la sonrisa más sincera que ella había visto jamás,
antes de que su cuerpo desapareciera con el viento.
Ahí estaba el legado del guardian más grande de la tierra, un soldado que luchando por sus ideales, asumió la carga de liderar un ejército, aquel que siguiendo a su corazón para luchar contra la injusticia y la libertad tuvo el valor de enfrentarse a sus superiores y convertirse en el pirata más grande de la historia. El ganador de dos grandes guerras y superviviente de la mayor traición que un hombre puede soportar. Aquel que fue capaz de disolver a su propia familia para protegerla y de sacrificar su cuerpo y mente con el mismo propósito. Era conocido de muchas formas: rebelde, pirata, maestro... era indomable, libre, sincero, resistente, tenaz, por eso ellos preferían llamarlo dragón.
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