miércoles, 18 de julio de 2012

Definitivamente es punto y aparte.


Cuando por fin subí al bus, el miedo que asolaba mi corazón desde hacía cinco horas me impedía respirar con dificultad, pero una cara sonriente y conocida, hizo que todo ese miedo desapareciera por completo. Hacía ya tantos años que no me encontraba con esta persona, que solo un abrazo pudo expresar algo de lo que sentí.
El viaje continuó lleno de risas, planes, recuerdos, y sobre todo gente nueva. Y cuando por fin tú piensas aliviado, “en cinco minutos llegamos”, el autobús se estropea en medio de la carretera. El calor es insoportable, y los chicos se empezaban a quedarse sin agua fría, y una sonrisa aparece de oreja a oreja cuando por fin otro autobús se para delante de ti. Cargamos todo rápido, y continuamos los últimos “cinco minutos”.
Llegas, saludas, abrazas, te presentas, y comienzas a descargar las cosas. LA CENA ESTÁ LISTA!!! En ese momento, tus tripas hacen más ruido el León de  la Metro goldwyn mayer. Y tras una cena deliciosa, comienza la primera velada. Velada de presentación. Uno por uno los monitores presentados somos aplaudidos. Y tras una excursión nocturna por el pueblo, que te permite seguir conociendo a los chicos, TODOS PARA LA CAMA. Todos salvo los monitores claro. La evaluación se hace rápida, grupos, planing, etc.
El amarillo, es el primer color de la jornada, un teatro introduce una mañana más bien tranquila. La tarde comienza a animarse, talleres, deportes, y cuando el calor puede con nosotros, una duchita fría, y un buen festín, dan paso a una noche llena de animales perdidos. Tras una velada muy divertida, TODOS A LA CAMA… salvo los monis claro, de nuevo evaluación.
El azul, pisa muy rápido y divertido, con una mentirijilla, que unida a unos buenos actores da paso a una mañana muy ajetreada, Un super monopoli, y la primera Gymkhana de la jornada. El relax es la tónica de la tarde de piscina, que renueva las pilas para poder preparar la noche contemplativa. Una noche muy bien preparada, sin duda, pero con una serie de incidentes que no me permitieron moverme en mi salsa. Y como no TODOS A DORMIR!!! No tengo quien decir lo que nos toca a los monis jaja.
Continuamos con el naranja, el color de la fuerza. Fuerza que se ha ido demostrando a lo largo del día, no solo fuerza física, sino que también mental, de voluntad, y de personalidad. Comenzamos por la física con unos cuantos juegos a plena luz del día, que ni si quiera el calor puede hacer frente, la mental a través de talleres, alguno de ellos muy útiles para la vida diaria, la fuerza de voluntad, y la de personalidad, se unen a la física de nuevo en una increíble ruta que acaba en una increíble velada con cuentos (que ya publicaré) bajo las estrellas.
Nos levantamos, con la primera luz del día, y volvemos  por donde hemos venido. Y evidentemente, la piscina vuelve a ser la tónica de la tarde. La noche se acerca, y el pueblo observa como un grupo vestido de marrón, les tiende una mano para jugar, y les brinda una impecable actuación. BUENAS NOCHES salvo para quien ya podréis intuir.
El esperado verde, es el encargado de nuestra visita a Almagro, donde el corral de comedía abre sus puertas a todo el que quiera obtener un poco más de conocimiento. El regreso se hizo animado, y divertido, y tras una cena suculenta, el karaoke dio paso a multitud de canciones conocidas, y competiciones. Por fin llego la hora, el reino de los sueños, debía volver a ser visitado.
El más sencillo de los colores, el rojo, introdujo un teatro francamente muy bien hecho, y la sencillez se plasmo en los talleres. La piscina fue otra vez un espacio para descargar adrenalina, y descansar bajo la sombra de un árbol, mientras que algunos de tus compañeros preparan una noche que arrancaría más de un escalofrío. Cuando los niños llegaron después de un paseo nocturno por el pueblo, en el que se comprobó la eficacia, y lealtad de los mayores, la ruta de los gritos comenzó. Lo más sorprendente de todo es que los grupos más jóvenes no mostraron el menor temor, mientras que los más experimentados, no tardaron en salir por patas. Tanta energía fue la gastada, que no tardaron en caer rendidos de cansancio.
Continuemos con el morado, el color de nuestro interior. Una levantada rápida a las 6:45 de la mañana hace que una especie de niños zombi te sigan allá a donde mandes, así que la decisión estaba tomada, una quijotada, y tras desayunar con fuerza comenzamos a subir la montaña sin apenas incidentes. Ya en la cima, pudimos contemplar una maravillosa vista con un precioso molino a nuestra espalda. Tras bajar, y realizar con éxito un gymkhana, las merecidas duchas renuevan al personal para la tarde. Una tarde que exigió ingenio e inteligencia. Para rematar el día, nada mejor que una fiesta para ocupar la noche.
El rosa nos abrió los ojos aquella mañana haciéndonos ver que el cariño es algo indispensable para el hombre. Y tras un acto preparado por nosotros, el merecido tiempo libre llegó, y otra tarde de piscina fue la encargada de que un rencuentro se hiciera posible, un rencuentro que espero que vuelva a unir a dos personas de las que hacía años que no se sabia. Tras todas estas emociones vividas llego la noche y un concurso de talentos entre los grupos fue la tónica dominante, el jurado: Ristof Milano, Calcetinete, y uno de los monitores del grupo, evaluó cada actuación. Pero el sueño de esa noche fue interrumpido, los “malos” (más bien los buenos) consejos sobre los maestros de las noches en vela, surtieron efecto y unos cuantos elegidos, se ganaron una noche de miedo, bailes, y ejercicio físico.
Un arcoíris rodeó todo el día siguiente repleta de juegos, talleres, y por supuesto de una velada inolvidable, llena de cotilleos, bromas, y discoteca.
Y como siempre todo lo bueno tiene un final, esperado por algunos, y llorado por otros. Cada uno de nosotros sabíamos que cada uno tiene su sitio, y en nosotros está la oportunidad de mejorarlo o echarlo a perder. No sabría decir lo agradecido que estoy, ni cuanto me ha costado volver, solo voy a decir, gracias por arreglar a este viejo barco de una vez por todas.

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