Retumba la tierra, desde hace tiempo, en el horizonte el
brillo rojo de la lucha nos da a conocer a que nos enfrentamos, todos saben que
lo que un día empezó, corre peligro de acabar. Muchos fueron los ataques, si,
muchos, pero ninguno de ellos acabó con aquello a lo que defendemos, mucho fue
el tiempo utilizado para restaurarnos, mucho fue el tiempo utilizado para que
todos aceptáramos la situación, y sobre todo mucho fue el esfuerzo realizado
para resurgir. Se acerca un terrible golpe, un golpe que nos afecta a todos
tanto al norte, como al sur. Da igual las diferencias, da igual nuestra
condición, da igual nuestra forma de ver la vida, ahora juntos recibiremos el
ataque, y juntos ganaremos o perderemos.
Suenan los tambores, se aproxima, ¿Por qué después de todo
lo luchado no puedo estar ahí? ¿Por qué exactamente ese día me reclaman mis
obligaciones?
Aunque mi corazón desee con toda su fuerza estar allí, mi
mente debe centrarse en las pruebas individuales que me esperan. Solo me queda
decir, suerte.
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