miércoles, 16 de mayo de 2012

Historia de un sueño


Toda historia tiene un comienzo. En este caso el comienzo fue sencillo, un bosque. Un bosque en el que todos importaban, desde el árbol más joven hasta el lobo más viejo, todos, un bosque en unidad, donde el fauno merodeaba sin miedo a ser reprochado, donde las xanas con su atractiva voz alumbraban el cielo, donde cada uno era “bautizado” con un signo. El Trisquel, el símbolo de las tres alas, el comienzo de un vuelo que aún tardará en acabar.

Tras el paso del tiempo, el bosque se convirtió en un lugar de la mancha, donde nuestro querido Alonso Quijano valiente sin duda, se enfrentó a multitud de peligros, junto con su “fornido” corcel Rocinante, y su inseparable Sancho, la voz de la razón al principio, y la voz de esa gratificante locura al final.

Todo esto ocurre, claro está,  dentro de los dominios de ese castillo llamado “Fantasía”. Un castillo cuyos dueños nos enseñaron ese niño que nunca se va de nuestro interior, ese niño que lo único que quiere es soñar, y  no perder nunca esa sonrisa. Un castillo construido con la fuerza de un héroe, guardado con la lealtad de unos canes, rodeado por la locura de una selva, habitado por un pueblo libre, y sobre todo, reinado por el rugido del valor personificado.

No debemos olvidar que cada reino tiene su circo, lleno de espectáculos, risas, y sorpresas, que sin darnos cuenta nos entrenó para superar el más difícil todavía. Un lugar donde todos los sueños se cumplían. Desde el deseo de alcanzar la magia más compleja, hasta el volar por los aires como un colibrí.

¿Este mundo era perfecto? No todavía no, pues en las regiones más calurosas y desérticas, un último pueblo de la región no tenía constancia de lo que estaba floreciendo a solo unos días a caballo. Un pueblo, que entre lagrimas, sudor, hambre y esclavitud, se levantó y resurgió con un camino hacia la libertad.

Pero todavía quedaba una cosa por hacer, inmortalizar ese momento, no siempre se logra un algo tan bello. Y sin más dilación comenzaron la película de nuestra vida. Empapándonos de luces, y cámaras, cada uno de nosotros por fin nos convertimos en los directores de nuestras vidas.

Con todo conseguido, ocurre algo que no estaba esperado, ese mundo lleno de risas, amigos, sueños, y fantasías desaparece. Tras este duro golpe, nadie quiere saber nada, cada persona abandona toda esperanza y toma un camino diferente. Todo parecía perdido, pero un grupo de soñadores  nos alzamos en pos de los derechos de las generaciones futuras. Con sudor, y lágrimas, al final solo conseguimos recuperar mitad de ese sueño antes vivido por todos nosotros. Y así viajamos al país de nunca jamás, donde la imaginación y la ilusión esta a la orden del día. A pesar del poco tiempo, el sueño parece resurgir poco a poco.

Hoy, otro duro golpe (aunque no tan fuerte como el anteriormente nombrado) derriba  a ese grupo de soñadores, que otra vez vuelven a ser menos,  ¿podrá tal duro golpe con nuestro grupo de soñadores? Nadie lo sabe con certeza, el final de esta historia es claramente incierto. Solo puedo decir que el vuelo que un día tres alas me permitieron emprender todavía no ha acabado.

1 comentario:

  1. Qué orgullosos estamos de ti, de verdad :)
    gracias al último campa supe que quería dedicarme a estudiar la carrera que estoy estudiando ahora... ^^

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