sábado, 6 de junio de 2015

La última prueba...



La brisa de un nuevo verano, el sol se alzaba vigoroso sobre el cielo, el tiempo comenzaba a ser perfecto en aquel pequeño pueblo del norte. Aun así, sus ojos no podían dejar de ver cómo el pequeño barco con la bandera negra se alejaba en el horizonte, en silencio, con calma…
Ninguno de los dos habló. Solo permanecieron allí, sentados en el tejado del pequeño castillo, observando en silencio cómo los que habían sido su vida se alejaban. Habían pasado la última prueba, ya no eran aprendices ni ellos sus maestros… él, sabía que este día llegaría, lo sabía, por eso no dejó salir sus lágrimas al verles marchar, era necesario.
                -¿Qué pasara ahora? –le preguntó ella con dos transparentes lágrimas acariciando sus mejillas.
Él no contestó de inmediato, solo la miró con ternura y lentamente le envolvió en un abrazo. Ella era su compañera, su amiga, su apoyo, había estado a su lado a las buenas y a las malas, y nunca le había pedido nada a cambio salvo su amistad.
                -No lo sé –dijo abrazándola más fuerte cubriendo sus lágrimas– estoy feliz… pero…
                -Tranquilo, -dijo ella sin apartarse de él- has cumplido tu promesa…
Y allí se quedaron, horas y horas, oteando el horizonte ya vacío, recordando risas, llantos, aventuras, miedos… todo. Y finalmente él sonrió… habían sido lo mejor de su vida durante estos años, les había enseñado todo cuanto sabía y conocía del mundo, algo que jamás nadie podrá arrebatar de sus corazones… nadie había apostado por ellos, y ahora serían la esperanza de este nuevo mundo… ellos llevaban a bordo todo su cariño y su corazón.
                -Volverán…
                -¿Y si no? –le preguntó ella con temor.
                -Hemos educado personas libres… vuelvan o no, su corazón será sincero y puro… hace mucho, al comenzar esta revolución, una leyenda muerta me visitó una noche. Un joven capitán que había sacrificado su cuerpo y su mente por su tripulación, todos pensaban que esa leyenda había muerto, incluso yo… pero allí estaba, dándome fuerzas y apoyo antes de partir a su última aventura… ¿sabes? hace mucho que no navego… ¿te gustaría comenzar otra aventura?
Ella lo miró sorprendido, y pronunció las palabras que comenzaron la historia de una leyenda:
                -¿Qué rumbo tomamos, capitán…?
FIN

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