jueves, 14 de noviembre de 2013

Corazones parecidos, pero separados



Bajo su capucha blanca, observó cada uno de los movimientos de los guardias. Sus pasos fueron rápidos, y en menos de un segundo trepó hasta la iluminada ventada. “Ilusos, yo crecí aquí, me conozco cada saliente, cada hueco, cada escondite” pensó mientras dibujaba una sonrisa en su rostro. Ella, se encontraba allí, con sus arrugas de siempre, con su sonrisa, con su sabiduría. Al verle entrar por la ventana, sonrió.
                -Como cuando eras pequeño, nadie puede encontrarte si te lo propones, y apareces sin avisar.
                -Esta noche, vengo a pedir consejo. Parto al cuartel general y…
                -Y estás nervioso por tu tripulación –terminó ella ensanchando aún más su sonrisa.
                -Sí.
                -¿Acaso no hay otro capitán ahora a tu lado? ¿O es que él no significa nada?
                -Por supuesto… es como mi propio hermano, le confiaría mi vida si se diera el caso.
                -Te voy a contar un secreto que he guardado desde hace muchos años… Cuando tu maestro comenzó a navegar, no quería ser el más fuerte, ni el más poderoso, al igual que tú solo quería ser libre, y vivir tranquilo junto a sus seres queridos. Pero a diferencia de ti, él estaba solo, no tenía tripulación, solo nos teníamos el uno al otro. Cuando el gobierno mundial empezó a imponer su poder por la fuerza, él se unió a sus huestes como marine experto.
                -¡¿¡¿QUÉ  OS UNISTEIS AL GOBIERNO MUNDIAL?!?!
                -No entiendes cuál era nuestra situación. Si no cumplíamos con ellos, nos hubieran matado a todos, y en ese momento no teníamos nada con lo que luchar salvo que la espada que ahora tu portas. ¿Qué es una espada contra todo el gobierno mundial? Además, tu maestro compartía muchas de los objetivos del gobierno mundial, pero no soportaba sus métodos. No había nadie que luchara por la libertad, era eso o la muerte. Y tu maestro decidió salvar mi vida y de aquellos que nuestro amor había engendrado. No hay nada de cobarde en eso. Pocos años después, salió una sola oportunidad de abrir un rayo de esperanza al mundo. Nadie quería arriesgar la vida, y fue entonces cuando tu maestro que jamás cometió ninguna atrocidad como la de sus compañeros, luchó por su sueño, la libertad. Y fue a partir de entonces cuando poco a poco fuimos ganando la partida al gobierno mundial. Cuando todo parecía ya ganado, y tú ya habías entrado en nuestras vidas, él te intentó entrenar no para que fueras alguien obediente, o eficaz, sino para que fueras alguien capaz de elegir su propio camino. Cuando su edad pudo más que sus ganas de vivir, sucumbió, y el gobierno mundial comenzó a ganar terreno de nuevo. Lo más desesperante era pensar, que tú su aprendiz más querido te perdieras entre la sombra del dolor y la confusión. Pero no, mantuviste en todo momento firme tu sencilla forma de ver el mundo, y tendiste tu mano a todo aquel que lo necesitara, sin que nada importase. Y cuando de forma repentina te hiciste cargo de tu tripulación, plantaste cara al gobierno, en pos de la lealtad, y de la libertad. Y aquí estamos ahora los dos, después de la tu largo camino hacia la victoria, yo más vieja, y tú más fuerte que nunca.
Ella se levantó poco a poco y tras la ventana, fijó su vista en el patio interior del cuartel.
                -Acabaste la tarea de tu maestro, no porque lo debías hacer, pues no conocías esta historia, sino porque no toleraste las atrocidades de un gobierno corrupto, y decidiste luchar solo para ayudar a quien más lo necesitaba. Él estaría orgulloso de ti.

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