Las trompetas resonaban en el salón del gran castillo,
cuando bajo su capucha blanca, el capitán entró con paso decidido. Allí estaba,
la reina del pueblo llano, sentada en su gran trono atendiendo a nobles,
sirvientes, escuderos, caballeros, mercaderes. Todos la rodeaban pidiendo
ayuda, apoyo, y consejo.
Antes de adentrarse más en la sala, un viejo hechicero se
cruzó en su camino. Su barba blanca era lo único que dejaba entrever su negro
atuendo.
-Aún no
es el momento de encontraros…
-¿Quién
lo dice? –Dijo el capitán llevando su mano al mango de la espada.
-El
tiempo…
El capitán se quedó helado… uno de los legendarios magos se
encontraba en ese momento en palacio. No se lo podía creer, es la primera vez
que veía a uno, se suponía que no eran más que leyendas y supersticiones.
-Tranquilo
hijo, aunque tu objetivo sea noble, espera unas horas.
El capitán miró de nuevo a la reina. Su sonrisa era sincera,
pero sus ojos mostraban cansancio y dolor. En ese momento, los marrones ojos de
la querida reina se encontraron con los suyos verdes. Ella hizo un ademán de
levantarse, pero se paró al ver al capitán darse la vuelta. Lentamente, volvió
a sentarse, y componiendo su mejor sonrisa, volvió a sus deberes como reina.
…
Las sábanas de su cama estaban ya calientes, y la oscuridad
ya había llegado a su tierra, pero la reina, no podía dejar de intentar
responder los miles de “porqués” de su mente. Pero el que más le inquietaba de
todos era ¿Por qué el capitán se dio media vuelta, si en su palacio es bien
recibido?
En ese momento una ráfaga de viento abrió la ventana. La
reina sobresaltada, se levantó de forma brusca. Se apoyó en la ventana, y
observó las estrellas durante unos segundos, pero no tenía fuerzas para más,
así que tornó su cuerpo de nuevo hacia su cama. Cuando su cabeza se apoyó de
nuevo en su almohada, una brisa marina trajo consigo un susurro.
“Estoy aquí a tu lado,
como siempre alteza, descansa y no te preocupes que yo vigilaré por ti”
Y la reina cerro los ojos… su compañero… su leal amigo… su
capitán estaba ahora de guardia.
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