miércoles, 25 de junio de 2014

El fracaso de las estrellas.



La lluvia caía tímidamente sobre la playa, en ella, el fuego de la pequeña hoguera se aferraba al mundo con su magnífico calor anaranjado. Las estrellas le observaban por encima de las nubes, él levantó su mirada y las observó. No las veía, pero sentía su presencia cerca, grandes aliadas en los viajes, guardianas de la noche, siempre habían tratado sus deseos con ironía e inoportunidad. ¿Eran aquellos deseos frustrados un capricho del destino? ¿Por qué las estrellas habían jugado siempre con él?
Con tristeza entornó su atención a su cálido compañero. Allí estaba… el elemento de su familia, el fuego… cálido, confiado, fuerte, apasionado… pero también frágil, y peligroso. Y allí estaba él, nacido con el poder del viento… Transparente, único, atento, a veces cálido otras frío, un buen aliado que siempre estará cerca para acariciar a quien lo necesite… pero también lleno de furia y poder.
Volvió a mirar a través de la lluvia, y las estrellas le observaron. Sonriendo abrió su mano y dejó caer el papel, “por aquello que un día os pedí y no supisteis cumplir”, cuando su cálido amigo se hubo alimentado del escrito, extendió su otra mano y abriéndola, dejó caer un segundo papiro “con la esperanza de que cumplas tu cometido”.
El anaranjado fuego tornó a verde, iluminando sus alrededores de un color esmeralda único. El capitán cubrió su rostro bajo su capucha blanca, y levantándose con tranquilidad  observó al mar. Le encantaba el agua… fresca, pura, inocente, caprichosa, curativa… pero también incontrolable y fuerte.
Una pequeña brisa marina le devolvió a la tierra. Debería volver al barco… debía seguir navegando. Y tras un sordo vendaval, su cuerpo desapareció, dejando atrás aquel árido suelo, firme, seguro, fuerte, lleno de vida… pero también seco, duro.
Y fue así y solo así, como las estrellas aprendieron a no jugar con los deseos y esperanzas de los hombres, pues… así lo único que conseguirían es que terminaran por dejar de mirarlas con el cariño que tanto les gustaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario