Una vez más nos encontramos con un comienzo. Algunos piensan
que volver a comenzar es un atraso, un error, una manera de perder el tiempo.
Yo creo todo lo contrario, hay veces que nos vemos obligados a comenzar de
nuevo, las circunstancias nos lo exigen. A veces los comienzos son para borrar
cosas del pasado, otras simplemente para cerrar una etapa y abrir otra. A veces
son comienzos duros, llenos de obstáculos y dificultades, y por el contrario
puede haber otros fáciles… sencillos y felices. Independientemente de todo esto
me gustan los comienzos porque todas las
grandes historias tienen uno. Hace exactamente dieciséis años tú historia dio
comienzo.
Fuiste criado en una familia que te quiso desde el primer
momento de tu vida, te educaron para ser un hombre feliz, sin lujos
innecesarios, sin caprichos, y con el paso de los años llegaste a mí. Eras un
niño que asustado, intentaba mantener la compostura pretendiendo parecer fuerte
y seguro. Recuerdo que desde el primer momento en el que te vi lo supe… me dije
a mi mismo “él será el inicio algo nuevo”,
eran tiempos difíciles, nadie daba nada por nosotros “no merece la pena luchar por algo que ya está muerto…” era la frase
preferida de todo el mundo en esa época. Intenté mostrarles lo que había visto,
lo que sentía… pero todos abandonaron, y fue en ese momento en el que tome una
de las mejores decisiones de mi vida, apostar por vosotros.
Sé que no fue fácil estar juntos siempre, ¿acaso alguna vez
lo fue? Pero tu rectitud, y tu gran sentido de la lealtad me sorprendían cada
día más y más… seguías ahí sin fallar, algo que muy pocos podían decir. Con tu
carismática alegría atraías a las personas, les hacías ver la realidad, la
verdad… era algo asombroso, un simple crio había sido capaz de dejar huella en
personas del norte al sur del país.
Muchos te quisieron arrebatar de mi lado, otros cuantos
simplemente pretendieron minar los resultados de tu personalidad, pero todos
preguntaban: “¿Quién es este muchacho?”.
Ha pasado mucho tiempo ya… hemos vivido momentos de todo tipo: alegrías, risas,
despedidas, decepciones, disputas, miedo, seguridad, amor, lealtad, experiencia
y todo ello siempre juntos, puede que no te hayas dado cuenta pero una nueva
esperanza surge de entre las cenizas, una esperanza en la que tú estás. Hoy no
solo te felicito por convertirte en el hombre que tanto me enorgullece haber
educado, te felicito por ser el protagonista de tu propia historia… una
historia que aún tiene mucho que dar a las personas, te felicito por portar
nuestro símbolo con pasión, lealtad y amor, te felicito por ser el puente sobre
el que pasa esa nueva esperanza, te felicito por convertirte en mi amigo… mi
compañero, gracias por formar parte de esta familia. Gracias Jorge y feliz
cumpleaños.
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