martes, 4 de agosto de 2015

Corazón de león



Una vez más nos encontramos con un comienzo. Algunos piensan que volver a comenzar es un atraso, un error, una manera de perder el tiempo. Yo creo todo lo contrario, hay veces que nos vemos obligados a comenzar de nuevo, las circunstancias nos lo exigen. A veces los comienzos son para borrar cosas del pasado, otras simplemente para cerrar una etapa y abrir otra. A veces son comienzos duros, llenos de obstáculos y dificultades, y por el contrario puede haber otros fáciles… sencillos y felices. Independientemente de todo esto me gustan los comienzos porque  todas las grandes historias tienen uno. Hace exactamente dieciséis años tú historia dio comienzo.
Fuiste criado en una familia que te quiso desde el primer momento de tu vida, te educaron para ser un hombre feliz, sin lujos innecesarios, sin caprichos, y con el paso de los años llegaste a mí. Eras un niño que asustado, intentaba mantener la compostura pretendiendo parecer fuerte y seguro. Recuerdo que desde el primer momento en el que te vi lo supe… me dije a mi mismo “él será el inicio algo nuevo”, eran tiempos difíciles, nadie daba nada por nosotros “no merece la pena luchar por algo que ya está muerto…” era la frase preferida de todo el mundo en esa época. Intenté mostrarles lo que había visto, lo que sentía… pero todos abandonaron, y fue en ese momento en el que tome una de las mejores decisiones de mi vida, apostar por vosotros.
Sé que no fue fácil estar juntos siempre, ¿acaso alguna vez lo fue? Pero tu rectitud, y tu gran sentido de la lealtad me sorprendían cada día más y más… seguías ahí sin fallar, algo que muy pocos podían decir. Con tu carismática alegría atraías a las personas, les hacías ver la realidad, la verdad… era algo asombroso, un simple crio había sido capaz de dejar huella en personas del norte al sur del país.
Muchos te quisieron arrebatar de mi lado, otros cuantos simplemente pretendieron minar los resultados de tu personalidad, pero todos preguntaban: “¿Quién es este muchacho?”. Ha pasado mucho tiempo ya… hemos vivido momentos de todo tipo: alegrías, risas, despedidas, decepciones, disputas, miedo, seguridad, amor, lealtad, experiencia y todo ello siempre juntos, puede que no te hayas dado cuenta pero una nueva esperanza surge de entre las cenizas, una esperanza en la que tú estás. Hoy no solo te felicito por convertirte en el hombre que tanto me enorgullece haber educado, te felicito por ser el protagonista de tu propia historia… una historia que aún tiene mucho que dar a las personas, te felicito por portar nuestro símbolo con pasión, lealtad y amor, te felicito por ser el puente sobre el que pasa esa nueva esperanza, te felicito por convertirte en mi amigo… mi compañero, gracias por formar parte de esta familia. Gracias Jorge y feliz cumpleaños.

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