viernes, 31 de agosto de 2012

La sonrisa de la verdad (2)


Dejó a su espectral caballo en el establo y se adentró en la gran ciudad. Los guardias lo saludaron con respeto, cada paso que daba en dirección al castillo era una felicitación diferente por sus resultados. Cuando entró en el espectacular recinto uno de los pinches de cocina lo guio hacia la inmensa puerta de madera. Él con una sensación de emoción la abrió y acto un gran comedor repleto de personas lo aplaudían con caras de felicidad absolutas.
Si después de muchos años, la guerra se había acabado. El respetado señor del castillo, le ofreció asiento en su mesa, y durante horas todos juntos comieron, bebieron y rieron. Entre brindis y celebraciones nuestro guerrero, creyó ver una sombra de capucha negra, observándole, pero tras unos segundos optó por pensar que eran imaginaciones suyas. Después de horas y horas de risas, rencuentros, y más brindis, era hora de irse a casa, así que nuestro guerrero despidiéndose de todos con una gran sonrisa, tomó el camino hacia su casa.
La ciudad ya durmiente, estaba completamente silenciosa, ni un alma caminaba por la calle a tan altas horas de la noche. Cuando entró en su casa, aliviado poco a poco se quitó su armadura. Al entrar en la habitación noto una respiración a penas perceptible para un oído normal. Su cuerpo actuó de forma automática, agarrando a la sombra. En el momento en el que sus ojos se cruzaron lo identificó, hacía mucho tiempo que lo había perdido de vista. Cuando lo soltó, el hombre moreno de ropas negras habló:
    -Me negaba a creérmelo hasta que te vi entrar en el castillo. Tú un alto mando de la rebelión. ¡Dos años! ¡Dos años, sin vernos cara a cara! Cuando decidiste abandonarnos sin previo aviso pensé que te marcharías de la región con el rabo entre las piernas temiendo nuestro castigo, pero al parecer te has pasado dos años en una guerra que no teníamos ningún papel. 
   -¡Qué no teníamos! ¡Cómo te atreves! –contestó nuestro guerrero con rabia, lanzándole el libro del bufón que tantas veces había leído.
Hacía dos años que había empezado a comprender la verdad de sus antiguos compañeros. Como actuaban a favor de uno de los bandos, como fueron ellos los causantes de esta terrible guerra, como cada actuación de cada uno de ellos suponía destrozar una familia, o simplemente aprovecharse de la inocencia de personas inocentes. El bufón no lo pudo aceptar, y opto por la vía más rápida y cobarde, pero él no consentiría.
   -Ahora el otro bando se ha rendido, y  los siguientes en rendir cuentas sois vosotros. –La bestia ansiaba salir, pero volvió a tomar las riendas- Te ofrezco una última oportunidad, vete déjalo todo, aquí no te ata nadie, abandona la región, y cruza la frontera para no volver. Recuerda  que conozco todos vuestros refugios, mañana a estas horas comenzará a cerrarse vuestro cerco.
El moreno hombre sonrió melancólico, y  tras un “es una pena” se dirigió a la ventana, y desapareció con la misma habilidad y sigilo con la que había entrado.

lunes, 27 de agosto de 2012

La calurosa sonrisa helada.


Una larga ráfaga de aire frio acarició su rostro. Él caminaba tranquilo, sin ninguna prisa, su espalda mostraba de forma elegante el dorsal, siempre en su espalda, nadie podría entender jamás lo especial de ese amarillento número.
Comienza el show. La primera oportunidad sale a relucir, pero el otro conjunto se encarga de romperla. El contrataque es cortado, y el segundo intento nace, pero al igual que el anterior intento todo acaba con lo que pudo ser y no fue.
El calor conquista cada parte de su cuerpo. Y es entonces cuando ocurre el fenómeno tan esperado. Pequeñas y heladas plumas blancas comienzan a caer sobre el césped, el terreno comienza a endurecerse por el frio. Tercera oportunidad, él corre sin ningún tipo de dificultad, ahora él tiene el control. Observa su objetivo, y sin dudarlo suelta toda su fuerza, y por fin, el primer golpe certero. El tiempo corre, y el control sigue siendo de los suyos, un golpe tras otro el otro conjunto se debilita. Se acaba la función, la gloria del día era suya, que bien se sentía, es extraño, el cielo negro, su cuerpo empapado, su estómago rugiendo, ¿y él se sentía bien por solo un poco de nieve? Sin duda la cordura lo había abandonado, pero nunca olvidara esa sonrisa.

La sonrisa de la verdad.


El caballo negro se detuvo ante la puerta, su jinete tras bajar del espectral caballo se acercó al cuerpo que yacía inmóvil frente a la espectral puerta gris. Era demasiado tarde, era evidente que su fortaleza no le sirvió de nada con un corte de tal calibre en el estómago.
La rabia recorría todo su cuerpo, la bestia ansiaba salir. Un rastro de sangre se adentraba en el antiguo refugio. Cuando nuestro jinete abrió la puerta y se adentró en la penumbra del antiguo escondrijo, una risa recorrió cada rincón del refugio. No lo aguantaba más no podía retenerla tenía que dejarla salir, después de todo lo ocurrido se seguía riendo. Un grito desgarrador supuso el comienzo del fin. Su cuerpo ya no era suyo, ahora la bestia recorría el refugio a una velocidad indescriptible.
Muchos se fueron enfrentando a ella, si, pero ninguno podía saciar su sed de sangre. La bestia seguía avanzando, sin ninguna equivocación, ¡Cómo conocía aquellas ruinas! Podríamos decir que se crio allí, cuando las cosas eran más fáciles. Si, ese recuerdo le estaba ayudando a recuperar el control. Por fin volvía a ser él. Caminó el poco camino que le faltaba, la verdad que la bestia le había ahorrado muchas complicaciones. Cuando por fin llegó a la última puerta, una ligera risa surgió del interior. La abrió sin ningún tipo de temor. Allí estaba, EL MALDITO BUFÓN, su mano actuó de forma automática agarrándole el cuello. El bufón con una sonrisa burlona dijo:
  -¡Vamos, acaba conmigo! ¡Sera lo mejor para todos! Todo el mundo te lo agradecerá, no habrá nadie que te lo reproche, ¡Vamos solo será un segundo!
¡Cómo lo odiaba, y cuanta razón tenía! pero había algo que le impedía hacerlo, ese pequeño hombrecito le inspiraba lástima, y además no llegaría lejos con esa herida en el pecho, si, su compañero caído en la puerta, se había encargado de dejarle un bonito recuerdo. Sintiéndose estúpido lo soltó y sin decir nada se dio media vuelta en dirección a la puerta.
Un grito de rabia recorrió toda la habitación. El bufón se dirigía a él con la cara bañada en lágrimas cuchillo en mano. Su mano como si tuviera vida propia, desenfundó la espada, y en menos de un segundo atravesaba el pecho del bufón, el cual sonriente, dedicó su último aliento en un “Gracias”. ¡Cómo que gracias! ¡No podía creerlo, esto era lo que él quería! pero ¿con qué fin? Al lado del sonriente cuerpo encontró un libro con una nota: “Este es mi diario de viaje, te lo cedo, para que comiences a comprender”. (Continuará).

viernes, 17 de agosto de 2012

¿Corazón de metal, o corazón de león?



Es extraño como puede llegar a funcionar sociedad, es… no se como una selva… me explico. Se nos educa desde bien pequeños para sobrevivir a través del estudio, un camino muy respetable sin duda, pero ¿qué es mejor ser una persona inteligente, o una buena persona? Reflexionar, cuando una persona por fin termina su etapa educativa más larga e importante, normalmente de forma automática se convierte en un depredador, un depredador de poder, un depredador insaciable, un depredador incansable, siempre acechante a más poder, o a una oportunidad de brillar el primero.
Pero como siempre, hay alguien diferente. Este año, he tenido el placer de conocer a una persona cuyo brillo es sencillamente envidiado por  todos sus compañeros de faena. Una persona que ha entendido la esencia de la educación, una persona que ha conseguido destacar entre los demás por quien es y no por lo que tiene. Una persona que siendo despreciada, solamente sigue mostrando afecto y sonrisas a sus alumnos. Esto señores es lo que le diferencia de los demás, la HUMILDAD, algo que actualmente se está olvidando.
Esta persona, me ha enseñado la gran diferencia entre futuros depredadores robotizados, y futuros leones señores de su vida. Sin duda, me entristece la idea de que se vaya, pero también me reconforta la idea de que  pueda seguir dando al resto del mundo su increíble personalidad, y su capacidad para formar auténticas personas. Espero que tenga un buen camino por recorrer, se lo merece.

viernes, 10 de agosto de 2012

De la semilla, al más robusto de los árboles.


Fue allí, en tierra de molinos, donde la encontré. Su extrema vitalidad, y energía, sin duda fue lo que más me llamo la atención en un primer momento. Su sola presencia  resultó una gran mano amiga en todo momento. Lo reconozco, cuando llegó la primera despedida, no pensaba que su futuro estaría tan cerca del mio. Entenderme, solo era un chiquillo, y que sabe un crio de estas cosas. Unos 6 meses después, nuestros caminos se vuelven a cruzar solo durante tres días, tres días en los que volvió a sorprenderme con su talento motivador, y su imborrable sonrisa. Y de repente, sin proponérmelo nuestros caminos se volvían a cruzar en un intervalo de meses. Durante estos periodos de intervalos, la relación fue haciéndose cada vez más fuerte. Cuando me quise dar cuenta esos tiempos para soñar, se acabaron, pero sin embargo ella seguía sonriendo, ¿Sabría ella algo que yo no? Fue en ese momento cuando en tu mente solo había cabida a unas palabras concretas “No la quiero perder”.
Y en ese momento, cuando todo cambió para mi. Ella mostrando una y otra vez una lealtad fuera de lo común, decide adentrarse en tierra montañosa, una y otra vez. Y es entonces cuando nosotros decidimos cambiar esto, “no siempre va subir ella”. Creo sin duda que fue una de las mejores decisiones tomadas en toda mi vida. Al bajar, no solo reforzamos aún más los lazos, sino que forjamos otros nuevos que para mi hoy son necesarios e imprescindibles.
La gente no comprendía nada, “La distancia, tiene que ser un inconveniente”  era lo que todos afirmaban, ILUSOS, ella fue la que me enseñó que la distancia no era más que un pequeño obstáculo que nos hacía cada vez más y más fuertes.
Hoy después de tanto tiempo seguimos creciendo, como si de un árbol se tratase, si, un árbol fuerte, robusto y verde. Pero bueno, en realidad os preguntaréis ¿quién es ella? Ella es la persona más fuerte que pueden encontrar vuestros corazones, siempre dispuesta a darlo todo  a cambio de nada, exigente, vengadora, protectora, cariñosa, y lo que yo más valoro con un sentido de lealtad muy difícil de igualar. Ella señoras y señores es: Alicia Presencio.

jueves, 9 de agosto de 2012

¿Jaula, o Aula?


Ayer debido a una de las casualidades de la vida, he tenido que volver al lugar del cual renací por así decirlo. Mi sola presencia hizo que muchos de antiguos compañeros se levantaran para decirte: “¿Otra vez aquí, has caído?, su rostros de preocupación te sacan una carcajada tranquilizadora, que seguido de un “no, no te preocupes” llevan a un abrazo muy agradecido. Acto seguido, el revuelo recorre todo los pasillos, el tiempo de descanso comienza, y es  entonces cuando se produce el culmen de tu llegada. Aparecen ellos, te miran y te sonríen, ellos saben que hay muchas probabilidades de que no vuelvas, su trabajo había concluido hacía un año. Sus primeras palabras, tranquilizadoras sobre el futuro de las nuevas generaciones desencadenan una de las conversaciones más polémicas entre los que antes fueron tus compañeros. ¿Jaula, o Aula? es evidente que depende del esfuerzo, y de la persona. Aún recuerdo como esas personas que hacía unos minutos te daban un agradecido abrazo, no eran más que unos polluelos asustados por haber caído. Unos polluelos que imitando tu comportamiento llegaron a donde están ahora: No fuera, pero casi.
Ellos saben lo que estas pensando, claro, estuvieron a tu lado mucho tiempo, ellos te ayudaron a levantarte, y demostrar a todas aquellas personas que te tacharon con un NO VALIDO, que nunca te rendirías y que no te llegaban a la suela de los zapatos. Si, les debo mucho camino recorrido.
Cuando el reloj te vuelve a la tierra, entregas tu paquete, y despidiéndote de todos, te das la vuelta dejando atrás quizá a tus camaradas de “Supervivencia”, cuando sales unos hermosos ojos azules se encuentran con tus ojos verdes. El nuevo polluelo te mira con interés, tu sonríes y dejas en el aire una frase: “Aprende de ellos, ellos son verdaderos maestros”.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Oh capitán, mi capitán!!


La niebla que consumía la cima de la montaña, ocultaba la figura que hacía unos minutos vigilaba la ciudad. Si, desde arriba incluso con aquella densa y fantasmagórica niebla, la tranquila y brillante ciudad se alzaba en la oscuridad de la noche.
Desde arriba como decía una figura con capucha blanca, solo dejaba a la vista una sonrisa de satisfacción. Observaba con una tranquilidad admirable la ciudad como si de un perro guardián se tratase.
Su primera mirada fue hacía el puerto, allí estaba su barco, admirable, reparado, e incluso con una vuelta a los diseños originales, ¿su tripulación? Hacía un mes que les había dado “vacaciones”, sin duda volverán cuando se les reclame mostrando una vez más una lealtad digna de admirar, el único problema eran los puestos de mando, que por primera vez en la historia del barco habían sido abandonados en medio de la travesía, pero dentro de lo malo puede tener solución rápida.
Su siguiente mirada, hacia el mar donde no hace mucho, un lujoso barco le recordó de una elegante forma como las apariencias no lo son todo. Si, muchos hombres de ese barco son añorados ahora por nuestro guardián.
Con la mirada puesta en una pequeña estación, su sonrisa se transforma en una carcajada… COMO LOS QUERÍA, estos del pueblo llano, siempre llenos de sorpresas y dispuestos a sacarte una sonrisa.
Por último sus ojos verdes no pudieron evitar ir recorriendo las diferentes casas de esta asombrosa ciudad. Poco a poco fue localizando una a una, las moradas de sus compañeros. ¿Qué sería de él sin ellos? Es evidente que no hubiera recorrido ni la mitad del camino que ha conseguido.
Una ráfaga de viento, hizo volver a la tierra a nuestro capitán, el cual sin decir una palabra, y sin dejar de sonreír, se adentró en la niebla para poder volver a su ciudad, la ciudad brillante. Tranquilos, nuestro capitán ha retornado con más fuerza que nunca.

martes, 7 de agosto de 2012

Ganas de muchas cosas, pero sobre todo de amistad.


Los primeros abrazos, fueron el comienzo de una nueva aventura. Sus sonrisas y bromas, no solo sacaron una sonrisa que hacía días había perdido, si no que me recordaron una vez más porque son tan especiales. El viaje, divertido a la par que cansado toco a su fin cuando llegamos al valle. La paz absoluta nos era brindada por el viento que acariciaba los árboles. Paz que en seguida rompimos nosotros. La primera prueba de esta maravillosa aventura: Buscar donde descansar. Tras haber colocado nuestras “bolsas de viaje” el festín comenzó. La suculenta comida, llenó nuestros estómagos y renovó nuestras energías. Y tras conocer el valle que nos acogía, nos relajamos. Nos esperaban unos buenos días.
Una de las cosas que más me sorprendió sin duda es como el cariño, las risas, y un paso relajado pero sin prisa, no desanimó en ningún momento nuestro paso por el valle. Daba igual que hacía arriba o que hacía abajo, nosotros seguíamos recorriendo el camino fijado, e incluso con el león rugiendo en nuestras tripas, el camino continuó hasta límites francamente insospechados. Tras otro increíble festín de recompensa por nuestra increíble marcha, y la suave caricia de la música unida con la competición, hizo que el cansancio no tardara en abrazar nuestros cuerpos, que sin miramientos se entregaron al descanso.
Pero claro, la música puede ser como una bofetada cuando interrumpen tus sueños. Y gracias a la voz de Joselito nuestros cuerpos por poco reaccionan de una manera un tanto agresiva jaja. El viaje de vuelta a la civilización no podía realizarse sin un estómago bien lleno así que tras un último banquete nuestros corazones volvieron a la ciudad. Tras una ducha francamente agradecida, un paseo un tanto curioso (aunque haya sido digamos que manchado por el comportamiento de la gente) es agradecido por el cuerpo, que sin más dilación se entrega otra vez a la buena comida antes de concluir otro glorioso día.
Ni siquiera el mal tiempo nubló nuestra sonrisa, así que con paso firme aunque un poco ciego por la niebla, subimos a admirar una de las maravillas del norte, Los lagos de Covadonga, aunque en realidad solo podríamos hablar de una sospecha de que en realidad estaban allí. Pero bueno como dije antes, “al mal tiempo, buena cara” y vaya si le dimos buena cara. La cara de felicidad al poder comer, y estar sentados a la vez jajaja.
Pero no todo sería tan fácil, así que el destino decidió ponerle una traba a uno de nuestros compañeros de aventura… UN DOLOR DE ESTÓMAGO. Parecerá una cosa la mar de simple, pero no puedo olvidar las caras raras que ponía al beber su… digamos “medicina”, tu mente se preguntaba constantemente si esas caras eran de DOLOR, MIEDO, o simplemente ASCO. Cuando todo parecía controlado, un paseo por algunos de los lugares más bonitos de Oviedo fue un buen intento para recuperar la normalidad, pero nuestro pequeño paseo acabo por dejar medio coja a otra querida compañera de este viaje.
Con miedo por las recientes lesiones, tiemblas ante el nuevo día que se te presenta. Pero parece ser que el poder de la adrenalina es más fuerte que cualquier tipo de dolor, así que entre disparos, bosque, acción, y golpes, cada uno de nosotros tiene su momento para convertirse en un RAMBO, bueno más bien todos los que optamos por Acción y no Relax jaja.
Con el cuerpo levemente golpeado, un día de sol se abrió ante nosotros. Sin dudarlo, lo aprovechamos con un gran día en una playa, de una bella ciudad costera del norte. Pero claro no nos dimos cuenta una vez más de la parte del país en la que estábamos, hasta que el tiempo y el frio nos obligó a refugiarnos de una noche más bien corta pero intensa. Cuando el cansancio acumulado de toda la semana hizo mella en nuestros cuerpos, un último viaje al reino de los sueños se hizo inminente.
Mi cuerpo ya renovado, recorría el pasillo a la mañana siguiente, con un sigilo muy poco común en mí. Y cuando descubres entre risas que no eres el único despierto en la casa, el día final comienza. Tu cuerpo agradecido por el día relajado que le has proporcionado, tiembla ahora recorriendo el camino hacía donde se dio el primer abrazo.
Tras la temida despedida, tus compañeros de aventura tienen que volver a casa, y cuando los ves subir al tren piensas “aguanté”. Pero tus ojos y tu corazón, se alían para jugarte una mala pasada, y por fin te das cuenta, cada gota derramada es simplemente otra forma de recordar cada minuto y cada segundo de esta aventura, una aventura que nunca terminará.

lunes, 6 de agosto de 2012

El payaso y la trapecista.(noche de las estrellas, cuento 2)


Era lo mejor que sabía hacer transmitir sensibilidad y alegría arrancando del público sonrisas y aplausos, mostrando siempre la cara alegre de la vida dándolo todo en cada función, el divertido y triste payaso. Este personaje tras su rostro maquillado ocultaba una melancolía que le embargaba el alma, de la intrépida trapecista se estaba enamorando. Él se resignaba ante este amor no correspondido amándola más que a su propia vida. De todas las artistas, la más intrépida y hermosa.
Al acabar la función, cuando las risas y aplausos se apagan solo queda silencio en la carpa, y el alegre payaso duerme, descansa, deseando que pronto llegue la mañana y comience un nuevo día, una nueva jornada para volver a los ensayos y poder acercarse a su trapecista. Para hablarle y decirle por fin, lo que su corazón sentía.
El payaso feliz, comenzó el show. Risas, risas, y más risas, su espectacular actuación no hace más que provocar aplausos en el público. Y tras haber concluido las otras actuaciones, solo quedaba la de su amada trapecista. El payaso nervioso, pero convencido, espera  a que la última función acabe, y poder hablar con la trapecista.
Los gritos de terror invaden las grada, algo o alguien ha caído desde arriba. El corazón de nuestro payaso se encoge al ver a su amada en el suelo. Ella inexplicablemente preciosa, sonríe al ver arrodillado a su lado al payaso. Este entre lágrimas que estropean su feliz maquillaje aprovecha el último aliento de su amada en un beso, el beso más esperado de su vida.


ESCRITO POR: Inma y Pablo monitores.