domingo, 10 de agosto de 2014

Oro, plata, y piedra

Lo vio… un destello en la oscuridad. Sin siquiera planteárselo, estiró la mano agarrando el metálico objeto. Su cuerpo tendido aun en el suelo, se fue irguiendo aun emitiendo rayos y descargas eléctricas hasta mantenerse apoyado en la rocosa pared. Las gotas de sudor de su pelo golpearon de forma implacable y silenciosa el suelo de piedra… estaba en una cantera… pero no había recordado haber llegado allí.
Su mano se abrió lentamente, y sus ojos estupefactos observaron ese amuleto perdido, ese amuleto que siempre aparecía en los peores momentos. Sin pensar, dirigió su amuleto a la insignia que portaba en su cuello… ¿Le ayudaría esta vez? ¿sería suficiente?… sin duda estaba cayendo en la locura, los delirios le hacían desvariar.


Cerró los ojos con esperanzas de descansar… su debilitado cuerpo le hizo caer en el reino de Morfeo, sin inmutarse siquiera de cómo su mano aun sostenía la moneda en su cuello.

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