La brisa le estaba acariciando el rostro cuando volvió a
recibir una descarga eléctrica… no gritó, no pidió ayuda, simplemente recibió
el eléctrico golpe cayendo de rodillas pesadamente. Había intentado todo para
controlarlo, pero parecía que estaba lejos de salir victorioso… sus ojos
desprendieron unas finas lágrimas, se sentía estúpido… allí plantado sin poder
controlar los poderes que él mismo había desarrollado.
De entre las sombras una nueva figura le miró… “¿Acaso no había luchado ya suficiente?”,
pensaba mientras observaba a la desconocida silueta. Era fuerte, oscura, y posiblemente peligrosa.
Sus pulmones emitieron un suspiro, tenía miedo, rabia, confusión, tristeza,
pero aun así, su cuerpo se irguió poco a poco, y aún con sus ojos humedecidos
desenfundó su espada y lo miró. Sentía el final cerca, no sabía si para bien o
mal, pero lo sentía…
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