martes, 9 de septiembre de 2014

Nightmare



Sus ojos verdes observaban cada detalle, cada matiz, cada movimiento de aquella playa. Sus pies le habían llevado allí, no sabía si para ocultarse, reflexionar, o para gritar sin que nadie lo escuchara. Pero la verdad ya estaba harto, llevaba días intentando eliminar aquel nudo en su interior, pero… cada vez que lo intentaba, una muralla de hielo se forjaba más alta y fuerte en lo más hondo de si mismo.
Sus rodillas cayeron pesadamente en la arena… el viento trajo el sonido de esa melodía que siempre quiso bailar y que nunca le dieron oportunidad, cerró los ojos y el mundo dejó de existir a su alrededor. Solo él y la melodía, y todo comenzó en su interior de nuevo… oscuridad, desazón, pérdida, y entre todo aquello unos ojos azules color esperanza.
La melodía seguía sonando… y recordó el inició de la enfermedad, el precio de la ignorancia, el cansancio de tantos años de lucha, y por último recordó la pérdida de su única esperanza… de su razón para sonreír… eso fue lo peor, la pérdida de su sonrisa.
La melodía seguía sonando… pensó en la justicia… qué iluso había sido, no había justicia para gente como él, estaba claro…
La melodía seguía sonando… abrió los ojos, y aun sin poder aliviar ese nudo, miró hacia su mano. El oscuro y pesado revolver seguía en su posesión… podía comenzar a apuntar y disparar, o dejarlo allí enterrado en la arena.

El sonido del mar fue venciendo al final de aquella melodía que tanto ansiaba bailar. Y sin una decisión todavía se levantó, consciente de que ese muro de hielo de su interior era ya prácticamente indestructible.

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