viernes, 19 de septiembre de 2014

Red sea



No podía recordar como todo se había ido al traste. Había pasado así, de repente, sin avisar… todo su mundo se había apagado al cerrar los ojos. Se había convertido en lo que ahora se mostraba ante él, un desierto… ruinas…
Durante días buscó razones, supervivientes, algo a lo que su corazón se aferrara, algo que poder mantener… solo encontró decepción. La humanidad pendía de un hilo, y la única ley presente era “VIVE”. Ya no había campos verdes, riachuelos transparentes, ya no había vida, solo arena seca, y sol sofocante. Adiós al reír, al soñar, al vivir de verdad, solo podían alargar su existencia.
Lentamente miro a su cinturón… un revolver y unas pocas balas, era evidente que sus posibilidades eran bajas, pero… ¿alguna vez no lo habían sido?
Sus ojos verdes sin brillo miraron al norte, y sin mostrar emoción alguna, sus pasos en ese nuevo mundo comenzaron… Solo había una forma de avanzar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario